No, no os penséis que aquí, el menda lerenda, se acaba de apuntar al campeonato del mundo de orgasmos. Sigo siendo tan tímido como siempre, aunque el verdadero motivo es que no quiero dejar a mis rivales en evidencia...
Me refiero al singular acto reivindicativo, recientemente publicado en la prensa mundial, sobre una pareja de pacifistas de California que ha convocado a la humanidad a un orgasmo mundial por la paz el día 22 de diciembre, fecha del solsticio de invierno. Y fecha más importante todavía para los súbditos del reino de España, pues quizá algunos de nosotros esté, unos días después, leyendo este carismático blog bajo la sombra de un cocotero en alguna playa perdida de Bali.
Me refiero al singular acto reivindicativo, recientemente publicado en la prensa mundial, sobre una pareja de pacifistas de California que ha convocado a la humanidad a un orgasmo mundial por la paz el día 22 de diciembre, fecha del solsticio de invierno. Y fecha más importante todavía para los súbditos del reino de España, pues quizá algunos de nosotros esté, unos días después, leyendo este carismático blog bajo la sombra de un cocotero en alguna playa perdida de Bali.
"Sí, !qué pasa!" debe decir la erótica pareja, "Somos super guays y en nuestro mailing list tenemos a 5000 millones de personas". O tal vez los motivos sean otros y la realidad sea que su vida social se esté volviendo rutinaria y necesiten buscar nuevas sensaciones con la colectividad: "¿Con quién has quedado este sábado? pues nada, con los de siempre, hoy toca orgía con toda la humanidad y parte del reino animal... Invito a copas y condones que acabo de cobrar..."
Según Donna Sheehan y su compañero de tropelías Paul Reffel la idea sería "efectuar un cambio de energía en la tierra mediante la inserción de la máxima carga posible de energía humana" (me encanta la expresión "inserción de la máxima carga posible").
El noble propósito de esta lúbrica convocatoria sería que toda "esta energía altamente concentrada" reduzca "los actuales niveles de agresión y violencia que hay en el mundo", lo cual me lleva a pensar que los maravillosos años hippies de California nunca han llegado a desaparecer...
Pues bien, la pregunta se hace más que obvia: ¿Alguien de vosotros, queridos homínidos, está dispuesto a seguir a la picarona pareja en su propósito? En esta sugerente página tenéis toda la información que necesitéis.
Vale, ya sé que nadie estará por la labor... Que como en la intimidad de vuestras casas y la sabiduría de vuestras parejas y manos no hay nada en el mundo, pero ¿os imagináis una sesión de coitos multitudinarios en medio de la Plaça Catalunya en plena locura consumista navideña? O mejor aún, ¿Por qué no podríamos ver a todas las figuras del pesebre viviente en plena follesca colectiva por la paz mundial? Sin duda, eso sí que representaría el verdadero espíritu de la Navidad y el triunfo más grande del cristianismo desde que a los dos iluminados del paraíso se les ocurriera cagarla y llevarnos a todos sus descendientes por el camino de la amargura...
Desde aquí os propongo que hagáis todo tipo de propuestas alternativas por la paz mundial, pero recordar que el "globalorgasm" ya está pillado....